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El diseñador Javier Larraínzar fue, como ya es tradicional, el encargado de inaugurar ayer la XXXIII edición de Pasarela Cibeles, con un desfile en el que destacó el «lujo» de las telas. En el pabellón número uno de Ifema, recinto que vivió ayer una de sus jornadas más concurridas, ya que a la celebración de Cibeles se unen la de ARCO y la de la Semana Internacional de la Moda, comenzó una de las ediciones de la Pasarela más largas y en la que participan mayor número de diseñadores. Veintisiete creadores españoles, entre los que se encuentran los llamados «disidentes», presentarán hasta el próximo miércoles sus propuestas para la temporada otoño-invierno 01-02, aunque no todos lo harán en el recinto de Ifema.