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La Semana Santa de la Familia Real, que hoy finaliza, no se ha parecido en nada a las anteriores. Y no se debe a la ausencia del príncipe Felipe. El Rey no ha podido salir ha navegar con el nuevo yate «Fortuna», ¿problemas mecánicos? ¿chapa y pintura? Lo único cierto es que el moderno yate está en el interior del hangar de Portopí, y su majestad seguramente con muchas ganas de poder disfrutarlo en alta mar. Por el contrario, don Juan Carlos ha disfrutado en compañía de sus amigos y pudo navegar en el trofeo Princesa Sofía-Majórica a bordo del Bribón, siempre y cuando el fuerte viento lo permitió.

Las infantas Elena y Cristina estuvieron durante estos días disfrutando en compañía de sus hijos. El Viernes Santo, los duques de Palma de Mallorca, y su hijo mayor Juan Urdangarín, estuvieron paseando por el Parc de la Mar junto a la infanta Elena y el pequeño Felipe Juan Froilán. Durante toda la mañana las hijas de los Reyes disfrutaron del entorno del parque y los pequeños, Froilán y Juan, se lo pasaron en grande. Pero fueron los escoltas de la seguridad de la Casa Real quienes impidieron en todo momento la labor de los periodistas que se encontraban en el lugar para obtener una imagen.

Durante la jornada de ayer, su Majestad pasó prácticamente toda la mañana reunido en las instalaciones de Portopí. Ya por la tarde, la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín y el pequeño Juan estuvieron en Puerto Portals dando un paseo y tomando un refresco en compañía del mallorquín y amigo de la pareja, Pepote Ballester y su mujer, Nuria Bover. Los dos matrimonios pasearon tranquilamente ante las miradas indiscretas de quienes se encontraban en Puerto Portals. De nuevo se impidió a los medios de comunicación captar ninguna imagen o fotografía, pero mientras los miembros de seguridad impedián la labor de los medios gráficos, turistas y espontáneos grababan libremente con sus vídeocámaras o instamatics.