La playa de Cala Millor acogió ayer a algunos valientes que tras el baño de sol se zambulleron en las aún frías aguas.

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La Semana Santa está siendo algo más floja que en los años anteriores para los hoteles y comercios de las zonas turísticas de la Isla. No obstante, el ambiente festivo ya ha comenzado a notarse en las zonas turísticas. Los grupos de viajes de estudios animan algunas playas y algún que otro local nocturno. En los paseos marítimos abundan familias con niños y personas mayores amparados en el tímido sol de estos días.

Algunos establecimientos de Pollença, Alcúdia, Muro y Can Picafort han decidido retrasar su apertura ante la falta de reservas y aquéllos que mantienen abiertas las instalaciones rondan el 75% de cupo. En Calvià, los comercios, restaurantes y hoteles han notado una sensible disminución en relación a los dos últimos años. Los más optimistas son los hoteles de Pollença, donde algunos hoteleros hablan de una ocupación del 90%. Aún así, esta cifra supone un descenso del 5% respecto a las mismas fechas de 2000.

El presidente de los hoteleros de Alcúdia, Miquel Ramis, confirma la noticia y asegura que el descenso en el número de reservas respecto a años anteriores ronda el 10%. Los hoteles de Alcúdia tienen esta Semana Santa una ocupación media del 77%. En Muro, la ocupación hotelera se estima entre un 72% y el 75%, una cifra bastante peor que la del año pasado. El principal retroceso en las ventas deriva de la falta de reservas de los touroperadores alemanes.

En las zonas costeras de la comarca del Llevant se ha registrado una ocupación hotelera del 80%. Los hoteleros opinan que esta ocupación es buena, pero la duración de la Semana Santa turística ha ido cambiando y de una semana completa se ha pasado a cuatro o cinco días. Las zonas donde se concentra un mayor número de turistas son Cala Millor y Cala Rajada, debido a las excursiones de personas mayores y estudiantes.