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Las patronales agrupadas en el Fomento del Turismo de Mallorca acudieron ayer por la tarde, una vez rota la negociación en el sector del transporte discrecional, al Consolat de la Mar para solicitarle al president del Govern, Francesc Antich, que vele por el correcto desarrollo de los servicios mínimos, «única vía para impedir el cierre del aeropuerto de Palma», según afirmó al término de la reunión el presidente del Fomento, Miquel Vicens. En el encuentro, en el que también participaron los consellers de Treball y Obres Públiques, Habitatge i Transport, Eberhard Grosske y Josep Antoni Ferrer, respectivamente, y los representantes de la patronal del transporte, los empresarios turísticos dibujaron un panorama apocalíptico sobre las consecuencias que tendrá el conflicto sobre la principal industria balear. De hecho, el president Antich no abandonó su despacho después de la reunión con el objetivo de ponerse en contacto telefónico con todos los agentes involucrados en el conflicto.

«Nuestro objetivo es que haya unos servicios mínimos que garanticen la operatividad mínima del aeropuerto», explicó Vicens al término de la reunión. «Si Son Sant Joan cierra, entonces también se perjudicaría al residente, no sólo al turismo. Nosotros abandonamos esta reunión (21.00 horas) todavía con la esperanza de alcanzar un acuerdo en las próximas horas», precisó. Vicens dijo que el decreto que establece unos servicios mínimos del 80% «es negociable», y que por ese motivo «el Govern hará de mediador». Añadió que el sector cree que los «momentos críticos» del conflicto se registrarán a partir de las 07.00 horas de mañana (hoy), con la acumulación de pasajeros en las terminales y de aviones en las plataformas de estacionamiento. «Si ese tránsito aconseja el cierre de Son Sant Joan, Balears saldrá en todos los informativos, y no precisamente, en términos elogiosos», indicó.

Según Vicens, observó al president Antich «muy preocupado»: «Es lógico, porque nos estamos jugando el modo de vida de las dos terceras partes de la población de Balears. Tanto el president, como el resto de los perjudicados, sólo podemos apelar al sentido común de los que negocian para que no se produzcan perjuicios irreversibles».

El presidente del Fomento del Turismo de Mallorca pronóstico, además, que tal y como se estaban desarrollando los acontecimientos «creo que, de forma irremisible, nos estamos cargando la temporada alta y los perjuicios no serán sólo los de estos días, y a ver quién es el guapo que habiendo una huelga compra aquí sus vacaciones». Víctor Fernández, gerente de Aviba, dijo que los conductores de autocares se estaban comportando «como los pilotos del SEPLA-Iberia», mientras que el conseller Ferrer reiteró que el Govern iba a agotar «todas las posibilidades» para intentar que las partes vuelvan a sentarse en una mesa de negociación.