Josep Maria Aguiló15/08/01 0:00
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El Ajuntament de Palma ordenó ayer, de manera cautelar, el cierre y el cese de actividad de la empresa Mototaxi, que se puso en marcha con la intención de dedicarse, entre otras actividades, al transporte de personas en motocicleta. Los Serveis Jurídics del Consistorio han considerado que era obligado el cierre de la empresa al no disponer ésta de la licencia de actividad. Alrededor de las 18.30 horas de ayer, un efectivo de la Policia Local se desplazó hasta el local de la empresa de moto-taxi y comunicó a la responsable de la empresa en Palma, Danielle Le Gallo, que debía cerrar las puertas de la empresa y que, en caso de no hacerlo, sería la propia Policía Local la que clausuraría el local.

Le Gallo contestó que cerraría las instalaciones y poco antes de las 19.00 horas la empresa había cerrado ya sus puertas. En cualquier caso, durante los últimos tres días no se habían realizado ya servicios de moto-taxi. En la actualidad estaban trabajando unos doce empleados. Por su parte, el administrador de Mototaxi, Bernard Clavière, señaló ayer que «no nos han cerrado el local, nos han pedido que lo cerráramos, y nos han dicho que, de no hacerlo, nos lo precintarían. Esto es una manera de intimidar a la gente», dijo.

Clavière indicó que, de momento, la empresa permanecerá cerrada, «a la espera de consultar con los abogados para ver si emprendemos algún tipo de acción legal contra esta medida adoptada por el Ajuntament de Palma», dijo. «¿Cómo voy a pedir una licencia de actividad para una actividad que aún no existe, que no está regulada?», se preguntó Clavière, y añadió: «Un vacío legal no puede suponer un impedimento para una nueva actividad. La alegalidad es una cosa. Y la ilegalidad, otra».

«Una vez que haya un reglamento lo acataré con mucho gusto, pero nadie tiene ahora la menor base legal para impedir la libertad de empresa ni la actividad de una empresa de este tipo», prosiguió, para concluir: «¿Qué motiva la persecución de Cort a una empresa que crea empleo? Está claro. El alcalde se pone del lado de los taxistas».