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El Club Náutico del Port de Sóller fue durante la jornada de ayer un referente para los amantes de la pesca de altura. La primera manga del Campeonato Autonómico de esta complicada modalidad arrancó ayer con la participación de casi una treintena de embarcaciones, que partieron a primera hora de la mañana en busca de grandes piezas. Antes de zarpar, la flota disfrutó de un suculento desayuno en el puerto y a las siete en punto de la mañana se partía con rumbo a las dos áreas de pesca habilitadas para la competición: la zona de Formentor y la de sa Dragonera.

Una travesía de una hora y media traslada a los barcos hasta el lugar idóneo para este tipo de pesca y una vez fondeados en la zona apropiada, la experiencia y sobre todo paciencia del pescador, adquieren un papel fundamental. Las sondas que portan los barcos son fundamentales para detectar los bancos de peces que se mueven bajo el agua y una vez localizada la pieza es importante no dar un paso en falso que pueda echar a perder una buena captura.

Para atraer a los peces, el cebo más utilizado es la alacha, de la que se reparten varias cajas a cada embarcaión antes de la salida. Una vez el pez muerde el anzuelo, el pescador debe afrontar una parte tanto o más complicada que la llevada a cabo anteriormente y entabla una lucha que puede prolongarse durante muchos minutos. Es lo que los propios pescadores denominan como «entrar en combate» y la pelea se salda con el triunfo de una de las dos partes.