Pilar Rahola llenó el Club Ultima Hora. Foto: T.M.

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Pilar Rahola pronunció ayer por la tarde, en el Teatre Municipal, la conferencia «La adopción, una lucha de amor», invitada por el Club Ultima Hora. La ex diputada catalana y periodista compartió con los asistentes su experiencia personal de adopción, junto a su marido, de dos niños, hace ocho años Noè, nacido en Barcelona, y hace dos meses Ada, una niña siberiana, y durante cerca de una hora derrochó anécdotas familiares.

Comenzó aclarando que «no vengo en calidad de experta, sino sólo de madre» un título con el que reconoció, «me gusta ser presentada». Aunque afirmó con total rotundidad que «la adopción es, sin duda, la experiencia más fuerte que se puede vivir en la vida», también confesó que «durante un mismo proceso tocas el cielo pero también el infierno». «Yo soy madre de una hija biológica y madre de dos niños adoptados y aunque los sentimientos son los mismos la maternidad adoptiva alcanza unos grados y unas pulsaciones mucho más fuertes».

En una de sus confesiones más intimistas, Rahola afirmó que «no recuerdo la primera vez que besé a mi hija mayor pero jamás olvidaré el primer beso que le di a Noè, porque se quedó clavado en suelo, era la primera vez que le besaban en un año y medio».

En referencia a los miedos que los padres adoptivos padecen durante la tramitación de una adopción Rahola enfatizó la importancia de que las administraciones se sensibilicen. Se permitió entonces tirar de las orejas a las administraciones en general, aunque matizó que no conocía el caso balear.