Un gran número de personas disfrutó de una mañana de nieve en los aledaños del Puig Major. Foto: PERE BOTA

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Mallorca ha padecido un fin de semana auténticamente siberiano por las temperaturas que se han alcanzado, la fuerza del viento, las continuas precipitaciones y el frío que ha imperado por toda la Isla. El Instituto Nacional de Meteorología prevé para hoy una mejoría en la climatología en toda la Isla, pese a que se prevé que las precipitaciones débiles se convierta en nieve a partir de la cota de 900 metros. Las temperaturas irán en ascenso en los próximos días.

La jornada del sábado fue la más dura en cuanto a la climatología adversa que imperó. Así, destacar los 240 litros por metro cuadrado en Lluc, los 162 litros en Campanet, 136 en Sóller o los 21 de Palma. A esto sumar que en Sóller se registró la temperatura más baja de toda la Isla, con tres grados bajo cero y en Palma el termómetro marcó los 7'6 grados.

Las precipitaciones caídas por encima de los 800 metros provocaron que toda la Serra de Tramontana amaneciera ayer blanca, de ahí que el número de excursionistas se multiplicó para disfrutar de una jornada matinal dominical más típica del pirineo que del Mediterráneo, de ahí el colapso que padeció la carretera al Puig Major. Y es que los accesos desde la base aérea del Puig Major hasta los embalses se tienen que realizar todavía con cadenas, por lo que Tráfico pide que se extremen las medidas de precaución durante toda la jornada de hoy.