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El «mobbing» o acoso psicológico en el trabajo no puede considerarse como una rareza ni un tipo de acoso menor. Insomnio, ansiedad y depresión son algunas de las consecuencias que sufren las víctimas de este fenómeno que, según los expertos, afecta ya a un 15 por ciento de la población activa en España, también en Balears. Tal y como explicó el doctor Juan José Díaz Franco, del Instituto de la Salud Carlos III (Madrid), en el transcurso de las 'IV Reunión Nacional de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo', celebrada en Palma los días 16 y 17 de mayo, «uno de cada cinco trabajadores padece las consecuencias del mobbing» y apostilló que «el incremento de situaciones de 'mobbing' en el trabajo es alarmante y repercute sobre la salud de quienes lo sufren y su entorno».

Los expertos sostienen que los dos colectivos más afectados por el «mobbing» son los jóvenes menores de 30 años y las mujeres. Precisamente lo que diferencia al Estado español con respecto a otros países europeos es la edad de la víctima "en su mayoría jóvenes de ambos sexos menores de 30 años" puesto que en el resto de Europa la edad media de quienes sufren «mobbing» se aproxima a los 40 años. Todo aquel que sistemáticamente impide a sus subordinados o compañeros de trabajo que éstos se expresen; que aisla a sus «víctimas» y las desconsidera ante sus iguales; que desacredita el trabajo de sus compañeros o subordinados y compromete su salud, reúne el perfil de «acosador».

Por contra, puede ser víctima de «mobbing» cualquier trabajador si no toma conciencia de la situación en la que está trabajando y no cuida su salud también en el trabajo. Todo aquél que padece acoso psicológico en su puesto de trabajo debe afrontar el problema con valentía y luchar por sus derechos, sin odio. Las mujeres, uno de los colectivos más vulnerables, también son quienes más sufren el acoso psicológico. Según los expertos las mujeres que sufren con mayor frecuencia acoso psicológico suelen ser personas innovadoras y que quieren superarse y por tanto son percibidas por sus jefes y compañeros como una amenaza.