El público alzó miles de banderines rojos y amarillos en defensa del catalán. Foto: J. MOREY

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Bajo el lema «Ara. Encara som a temps», cerca de 9.000 personas según la organización y unas 3.000 según la Policía Local, se concentraron ayer en la Plaça Major de Palma para exigir una mayor implicación de las administraciones en la tarea de salvar el catalán. Desde primeras horas de la tarde la plaza se comenzó a llenar de gente que deseaba sumarse a esta reivindicación promovida y coordinada por la Obra Cultural Balear y con el apoyo de diversas entidades sociales y culturales de las Islas. El director del Area d'Humanitats de la Universitat Oberta de Catalunya, el ibicenco Isidor Marí, fue el encargado de leer el manifiesto de la OCB en esta VIII Diada per la Llengua i l'Autogovern. Tras criticar al Gobierno central por persistir en la «descarada involución autoritaria, clasista y centralista», Isidor Mari reclamó a la sociedad y a las instituciones «un nuevo impulso, una política más ambiciosa y un compromiso más decidido con nuestra lengua».

Aunque reconoció que en los últimos tiempos se han intensificado los esfuerzos de las instituciones por lograr la normalización lingüística y cultural "recordó, por ejemplo, la puesta en marcha del Pla d'Actuacions Urgents, la constitución del Institut Ramon Llull o al gran paso dado por la Llei de Comerç" advirtió, «son tan antiguas y fuertes las tendencias adversas, que todavía debemos intensificar mucho más los esfuerzos y la implicación de todos». «No basta con las acciones de una o dos consellerias "subrayó" (...) Todas las áreas del gobierno, no sólo autonómicas, sino también insulares y locales han de convocar y liderar un gran compromiso de toda la sociedad con el futuro de nuestra lengua», y de una manera especial invocó a «los municipios turísticos donde el impacto de la multiculturalidad es más fuerte y visible».

Ante la nueva realidad de la llegada de la inmigración extracomunitaria y la consolidación de los residentes europeos, Isidor Marí declaró que aunque «somos conscientes de nuestra parte de responsabilidad como sociedad receptora de todos estos nuevos ciudadanos (...) se ha de reconocer que nuestra sociedad ha hecho ya una parte importante de este esfuerzo», lo que «nos legitima a reclamar un esfuerzo recíproco de adaptación de los nuevos ciudadanos a la realidad de la tierra que les acoge».

Expresó el deseo de que las instituciones lideren el proceso, y a ellas dirigió la petición de que «de una vez se decidan a impulsar un sistema comunicativo propio, que implanten una radio y una televisión autonómicas con la máxima incidencia social, capaz de vertebrar este ámbito común de relación para todos». Para impulsar todo esto, la OCB lanzó cuatro campañas específicas para la lengua, la cultura y el autogobierno. La primera de ellas, relató Marí, «promoverá "bajo el lema 'Integrar-se és estimar, conèixer i usar el català", la integración cívica, social y cultural de todos los nuevos ciudadanos». Se complementa ésta con una segunda campaña que, bajo el título «De tu a tu, sempre en català», busca que «en todas las conversaciones se emplee al menos una frase en catalán y facilitar así que los otros aprendan la lengua».