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R.C./AGENCIAS La crisis del sector hotelero ha afectado de lleno a Sol Meliá, cuyo beneficio neto atribuido se redujo en el primer semestre del año un 92'77% respecto a 2001, totalizando 3'80 millones de euros. Estos resultados han provocado que las acciones de la compañía hotelera se desplomaran ayer en bolsa, perdiendo un 9'89%, con lo que hoy comenzará a negociar en 4'74 euros, su cotización mínima en lo que va de año.

La empresa atribuye el descenso del beneficio a la devaluación de las monedas, al estancamiento de la industria turística tras el 11-S, la posterior ralentización de las principales economías europeas -sobre todo la alemana- y a la ausencia de los resultados extraordinarios que consiguió en 2001. La facturación del grupo hotelero descendió un 3'3 por ciento y se situó en 477'7 millones de euros, mientras que el ingreso medio por habitación (RevPar) disminuyó un 7'3% frente al primer semestre de 2001.

El beneficio de explotación, antes de intereses, amortizaciones, impuestos y alquileres (EBITDAR) alcanzó 135'7 millones de euros, un 15% menos del conseguido en el mismo periodo de 2001, mientras que el beneficio de explotación antes de intereses, amortizaciones e impuestos fue de 105 millones de euros, un 23% menos. El grupo espera mejorar los resultados en el segundo semestre sustancialmente, aunque de ningún modo podrán alcanzarse cifras similares a las de 2001 a final del ejercicio.

En el segundo semestre Túnez seguirá sin recuperarse, aunque en Balears la situación será menos dramática, según fuentes de la compañía, porque «dependemos más del turismo británico que del alemán y una parte importante de nuestra clientela son turistas españoles», aunque los ingresos se reducirán debido a la rebaja de precios que ha forzado a implantar la competencia con otras empresas.

La División Europa Vacacional del grupo se vio afectada por la fuerte caída registrada en los establecimientos de Túnez, Balears y Canarias. Los hoteles vacacionales de la España peninsular se comportaron mejor gracias porque el turismo nacional compensó la caída del internacional.