Miquel Pocoví: «Este año no será un ejercicio brillante»

Pocoví, que termina mandato en diciembre, no quiere hablar sobre esta cuestión en estos momentos, aunque todos los indicadores apuntan a que no seguirá en el cargo por cuestiones particulares, aunque esta circunstancia dependerá de la actitud del propio consejo de administración.

A finales de enero sustituyó en el cargo a Miquel Capellà, «durante este tiempo he trabajado a gusto, he dedicado mucho tiempo y materia gris a la entidad. Dejo una situación de tranquilidad que permite trabajar con proyección de futuro».

Respecto al actual ejercicio económico, Pocoví reconoce que no será bueno para la entidad: «No será un ejercicio brillante ni para Sa Nostra ni para el resto de entidades financieras, pero no saldremos peor parados que otros. Nos hemos visto obligados a provisionar fondos por la bajada de valores, dado que nadie tenía previsto que la Bolsa evolucionara como lo ha hecho. La caja resistirá bien porque se ha actuado con mucha prudencia y cuidado a lo largo de todo el año. Y está claro que en cuanto se recupere la Bolsa, también se recuperarán las provisiones. Es por ello que hemos optado por no vender y provisionar, porque en el momento que se produzca la recuperación, dejaremos una buena herencia a los gestores. Tanto es así, que si la Bolsa alcanza los índices de finales de 2001, Sa Nostra tendrá unos beneficios de 4.000 millones de pesetas y si llega a los de 2001, serán 2.000 millones de pesetas».

Añade que pese a lo que pueda parecer, «la situación económica y financiera no ha tocado fondo, dado que seguirá a la baja este año y primer trimestre de 2003».

Respecto al proceso de sucesión y renovación de cargos, afirma que no puede hacer ningún tipo de recomendación. «La entidad no tiene que dar de hablar por rencillas internas, sino por lo que haga en materia social, cultural y financiera. Lo único que pido es que el que venga actúe dentro de esta misma línea».