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La bahía de Pollença recibió ayer la visita del gran velero escuela de Ucrania Khersones, al mando del capitán Mikhail Sukhina, que brindó la posibilidad de navegar a vela a más de 120 invitados mallorquines. Una experiencia sin precedentes, ante los parajes de Formentor y Cap Pinar.

La excursión marítima dio comienzo con el transbordo en golondrina al buque fondeado y fue organizada por el Club de Vela en colaboración con el operador alemán Inmaris Perestroika Sailing. Su director, Uwe Koch, explicó a los pasajeros el cometido de este buque, destinado a la enseñanza náutica dentro de la marina mercante ucraniana. Una misión que realiza en campañas de tres meses de duración para 70 alumnos junto a un centenar de turistas interesados en las prácticas de navegación y 40 tripulantes, incluidos dos profesores.

El Khersones llegó a Mallorca procedente de Hamburgo tras recalar en Lisboa, Gibraltar y Barcelona. Desde nuestras costas zarpó ayer rumbo a Grecia y Ucrania donde, tras los trabajos de mantenimiento anual, se dirigirá hacia el norte de Europa, hasta San Petersburgo, donde pondrá proa hacia el Caribe.