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El teniente de alcalde de Infraestructures de Cort, José María Rodríguez, explicó ayer los pormenores de la campaña de mantenimiento de las palmeras que está realizando el Consistorio en la Platja de Palma desde 2000. En dicho año, Cort encargó un estudio para conocer el estado de las palmeras de la zona. En septiembre de 2000, Infraestructures informó a las entidades cívicas de la Platja de Palma del resultado de dicho estudio y de las medidas a tomar. En el verano de 2000 había 70 palmeras muertas, 741 en mal estado, 342 en regular estado y 93 en buen estado.

Cort decidió entonces realizar un tratamiento especial en aquellos ejemplares recuperables y sustituir las unidades muertas, irrecuperables o con posibilidad de desplome por otra especie arbórea, en concreto, por tamariscos, debido a su resistencia. La campaña se inició en la temporada 2000-2001, con la plantación de 122 tamariscos. En la temporada 2001-2002 se procedió a la plantación de 350 tamariscos y se actualizó el inventario de 2000, con este resultado: 18 palmeras muertas, 136 en mal estado, 129 en regular estado y 544 en buen estado.

Durante la presente temporada se ha procedido a la preparación de 114 ejemplares de tamariscos, que serán plantados en diciembre y enero. Cabe señalar que a finales de los años ochenta se procedió a la plantación de 1.299 palmeras en la primera línea de la Platja de Palma. Rodríguez recordó los problemas que han causado las palmeras en distintas zonas de la Isla en estos últimos años. «En 1998, el desplome de una en el Passeig Marítim ocasionó una víctima mortal», indicó, para añadir: «A la vista de un profano, puede parecer que una palmera está en buen estado, pero puede estar a punto de caer».