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Los grupos políticos han comenzado a negociar en secreto los nombramientos de los síndics, que podrían durante las próximas semanas. El Parlament acaricia, después de más de diez años de retraso, la posibilidad de nombrar por consenso el Síndic de Greuges "Defensor del Pueblo" y los tres integrantes de la Sindicatura de Comptes de Balears, un órgano que se encargaría de fiscalizar las cuentas del Govern. La voluntad de llegar a un acuerdo es un hecho y faltan los contactos definitivos para cerrar los cuatro nombramientos. Los partidos deben proponer a sus candidatos, que deberán ser aceptados por todas las fuerzas políticas.

En cualquier caso, la ejecutiva del PP balear autorizó el pasado sábado a Jaume Matas, presidente regional, y a Joan Flaquer, portavoz del grupo parlamentario, la posibilidad de mantener los contactos necesarios para consensuar los nombramientos. El PP elegirá al Síndic de Greuges y un síndic de comptes. A pesar del mutismo que existe sobre este asunto, fuentes del PP aseguraron a este periódico que los dos candidatos están prácticamente elegidos. Los socialistas discutieron en su última ejecutiva la posibilidad de llegar a un acuerdo y propondrán el nombre de uno de los tres síndics de comptes que propondrán al resto de fuerzas políticas.

El la persona elegida por el PSOE no ha trascendido y los principales dirigentes socialistas mantienen un absoluto mutismo sobre su propuesta para evitar que el acuerdo pueda desbaratarse. El PSM también ha iniciado contactos para proponer a una persona que sería elegida como síndic de comptes. El propio vicepresident del Govern, Pere Sampol, comunicó el martes a Maximiliano Morales, presidente del Parlament, que estaba pendiente de la confirmación de un candidato que acepte el cargo. En caso afirmativo, el cuarteto de síndics ya estará completo y sólo faltará que haya acuerdo para que Morales pueda llevar la propuesta al pleno del Parlament.

De esta manera, Morales habrá conseguido su objetivo de nombrar los síndics esta legislatura, uno de los asuntos pendientes y más vergonzosos de la historia de la autonomía balear. La ley que establece la creación de la Sindicatura de Comptes fue aprobada por el Parlament en 1987, pero desde entonces ha sido imposible proceder a elegir a los tres sindics. La Ley que regula el funcianamiento de la Sindicatura de Greuges fue aprobada en 1993, pero también ha sido imposible llegar a acuerdos. Para que salgan adelante los nombramientos de los síndics de comptes son necesarios los votos de las tres quintas partes de sus miembros y tendrán un mandato de seis años.