Johannes Rau, visitó la Seu acompañado de Francesc Antich. Foto: JAUME MOREY

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El presidente de la República Federal de Alemania, Johannes Rau, dijo ayer que los mallorquines «han empezado a actuar» en la búsqueda de un turismo que denominó «blando», y al que definió como «el que conjuga el negocio con la ecología». «La convivencia en Mallorca entre residentes y turistas sí que funciona», afirmó.

En su primera visita oficial a Balears, y ante unos 300 invitados de diversos sectores de la sociedad insular, el mandatario alemán pronunció un discurso conciliador en sa Llonja, en el que, tras destacar los valores culturales y la belleza de las Islas, resaltó la necesidad de potenciar y promover el entendimiento germano"mallorquín. Raus, que había llegado al mediodía a la base aérea de Son Sant Joan, donde fue recibido por el president del Govern, Francesc Antich, incidió en los problemas que ocasiona la visita anual de once millones de turistas a una isla de territorio limitado como Mallorca.

«En temporada alta "dijo", la relación es de un mallorquín por diez turistas aproximadamente; entiendo perfectamente que desde el punto de vista del nativo esta proporción puede resultar a veces asfixiante y percibirse como una amenaza para las propias estructuras y formas de vida tradicionales». En ese contexto, afirmó que caía «por su propio peso» que también la convivencia durante un periodo de tiempo puede provocar fricciones. «Más de un nativo se queja de la 'invasión turística' y de los excesos que conlleva; se teme una pérdida de identidad y la 'liquidación de la isla'; se critica la falta de respeto por la propia cultura y la negativa de los turistas y residentes a adaptarse a ella.

Éstos a su vez se quejan de supuestos 'paraísos turísticos de cemento', servicios deficientes y precios excesivos. Algunos de estos conflictos no pueden zanjarse definitivamente, pero cada parte debería tratar de entender a la otra», señaló. Rau pronunció su discurso ante las principales autoridades de Balears, representantes de la sociedad mallorquina y alemanes residentes en Mallorca, con motivo de su visita oficial a la isla en el marco del viaje de Estado a España que inició el pasado lunes y que concluyó ayer.