Palma viaja a Nicaragua.

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No tienen padres y reciben maltratos diarios. Viven en barrios del extrarradio de Managua (considerados de alerta roja por su violencia) y en zonas rurales de Nicaragua. 50 niñas, con apenas dos años la más pequeña, podrán vivir a partir de marzo en el Hogar Infantil «Ciutat de Palma», cuyas obras comenzaron el 2 de noviembre gracias al proyecto avalado por el Ajuntament de Palma y presentado por la ONG Ensenyants Solidaris, en la que colabora nuestra compañera Mercedes Azagra y Chus Bonafé. Ambas estuvieron en 2001 trabajando como voluntarias en Nicaragua con la religiosa mallorquina Esperanza Garau.

Las obras consisten en la reconversión de un antiguo colegio casi en ruinas, en Diriomo, gestionado por Amistad Misionera en Cristo Obrero (AMICO). Dicha congregación tiene como superiora a sor Esperanza, que lleva trabajando 30 años en Centroamérica. «Tenemos ya 50 niñas apuntadas y el número va creciendo, sin poder hacer frente a toda la demanda. Estas niñas vivirán en el hogar, serán cuidadas por cinco religiosas, recibirán asistencia sanitaria y psicopedagógica y una completa educación de Primaria y Secundaria, fundamental en un país donde miles de niños viven en condiciones de máxima pobreza», afirma sor Esperanza.

El Ajuntament aporta el capital necesario para reconvertir la estructura del colegio en un hogar infantil (casi 40.000 euros), según el proyecto elaborado gratuitamente por René Chamorro, familiar de la que fuera presidenta de Nicaragua Violeta Chamorro. Terminada la infraestructura, «necesitamos equipar el hogar. Lo más urgente son las camas, la cocina industrial, los baños, mesas y sillas. Después llegará el salón multifuncional y otras salas del hogar. Sé que el Ajuntament ha realizado un esfuerzo importante. Ahora, apelo a la generosidad de los mallorquines para poder abrir el centro en condiciones el próximo mes de marzo. Me consta que hay personas anónimas que han comenzado a colaborar y se lo agradezco de corazón», añade.

J. Aguirre.