El cómico y actor Agustín Martínez «El Casta» fue entrevistado el
lunes por el periodista Andreu Manresa en la última serie del
programa «Encadenats» de M7. En un ambiente de tertulia más que de
entrevista, el cómico confesó que lleva la máscara de la
interpretación «a todas horas del día». Tras una breve ficha
biográfica, en la que se definió como «hijo de la inmigración», ya
que a los seis meses sus padres lo trasladaron desde Guadix, su
tierra natal, hasta Mallorca, «El Casta» explicó sus inicios en el
mundo del espectáculo.
Tras haber sido funcionario de Hacienda, Agustín Martínez,
decidió montar su propio negocio, que consistió en un hotel en el
Molinar. «Un buen día tuve que subirme al escenario y hacer un
espectáculo para clientes autríacos. Una vez arriba, descubrí algo
nuevo», comentó el actor. A partir de ese momento, él junto a unos
socios decidió poner en marcha el Café Cala Gamba, donde
actualmente actúa todos los fines de semana.
A la pregunta de Manresa sobre el significado de su nombre
artístico, el cómico explicó que es un apócope del «Castañuelas»,
el nombre con el que le bautizaron en el espectáculo del hotel, muy
al contrario de los que piensan que es un símbolo de virilidad.
Agustín Martínez admira a cómicos de la talla de Woody Allen,
Rubianes y Groucho Marx, y afirma que «el talento no está
relacionado con los psiquiatras». Según él, lo necesario para
triunfar en el mundo del espectáculo es «no mezclar la parte
artística con la personal». Por ello asegura que no se confiesa
ante el público, sino que su verdadera función es que la gente se
ría y se olvide de «los malos rollos». Las preguntas un tanto
existenciales de Andreu Manresa, obligaron al «Casta» a definirse
como «un hombre equilibrado, que no necesita del
psicoanálisis».
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