Navidad mallorquina en la mesa

Jaume Font, alcalde de sa Pobla, junto a su madre, una cocinera reconocida, explica que en Navidad, en su casa siempre se ha comido la sopa de magnolias en caldo de pollo, y de segundo a elegir entre «escaldums» de pavo y «farciment d'indiot» especialidad de su madre. Después, el postre depende de cada cocinera. Font dice que cada año su madre suele sorprenderles con algo especial que suele contener frutas.

Antoni Alemany, alcalde de Alcúdia, explicaba que al ser un pueblo de mar, se coincide en el primero con sopa rellena, pero el segundo suele ser pescado. En el Restaurante Miramar, del Port d'Alcúdia, Alemany mostraba uno de estos platos tradicionales, un «llobarro a la mallorquina» acompañado de un vino blanco también mallorquín.

En Alaró, contaba el Alcalde Josep Gomila, la sopa rellena y los «escaldums» de pavo no faltan, pero todavía conservan una costumbre; después de «matines», todos van o a sus casas o, como en este caso, a la cafetería La Protectora, hoy en día la más antigua de la localidad, construida en 1923, a tomar un tradicional chocolate a la taza con ensaïmadas denominado coloquialmente «resopón».

Mención aparte merece Felanitx, donde sus vecinos hacen por Navidad las tradicionales panades más propias de las fiestas de Pascua. El alcalde de Felanitx, Miquel Julià, dice no saber de dónde viene esta tradición, aunque cree «que es antigua porque yo se las veía hacer a mi madre», comenta Julià ante un plato de panades de Navidad elaboradas por su esposa.

UH-Part Forana