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El puerto de Palma recibió el pasado miércoles, día de Navidad, la primera visita del crucero de lujo Mona Lisa, de 28.891 toneladas, cuya particularidad viene dada por ostentar en su chimenea, como logotipo, una réplica de la célebre pintura renacentista de Leonardo da Vinci. Sin duda, toda una novedad artística en el mundo marítimo.

Con capacidad para 720 pasajeros y 417 tripulantes, realiza en la actualidad un viaje de placer por el Mediterráneo a cargo del turoperador alemán Holiday Kreuzfahrten. Sus orígenes se remontan a 1966, cuando inició sus singladuras en la línea Estocolmo-Nueva York como el trasatlántico sueco Kungsholm, entregado por los célebres astilleros británicos John Brown a la compañía Svenska Amerika, como la mejor unidad de este tipo en los países escandinavos.

Su clásica y bella silueta con dos mástiles y dos chimeneas, muy conocida en Palma por entonces, a raíz de sus frecuentes visitas, fue mutilada en 1978 tras una gran reforma a cargo de la naviera británica P&O, que lo rebautizó Sea Princess y más tarde Victoria, que lo destinó a cruceros culturales. Durante estas fiestas navideñas el puerto de Palma ha registrado hasta el momento un total de seis visitas crucerísticas, (una menos que el año anterior) a cargo de los buques Albatros, European Stars, Costa Europa, Astor, Mona Lisa y Fantastic.