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La empresa de transporte discrecional por carretera Transunión, surgida tras la fusión de las empresas de autocares Florit, Batle y Coll, inició el pasado uno de enero su andadura como marca comercial en las Islas con el objetivo «de optimizar costos, infraestructuras y ser rentables este mismo año», según indicaban ayer sus gestores Miquel Florit Morro, Santiago Batle y Miquel Ramis.

La fusión de las tres empresas ha supuesto que desde principios de año hayan dejado de operar como marca comercial, cesando su actividad empresarial como tal. «En estos momentos estamos en el lógico proceso de adecuación de estructuras, flota y servicios para optimizar todos los recursos y ofrecer un producto competitivo, de calidad y con un alto servicio. Esta circunstancia es la que más ha sido valorada por todos los grupos turísticos y touroperadores con los que operamos», apuntaban Batle y Ramis.

Todos ellos indicaron que Transunión «no tiene vinculación ni relación accionarial alguna con grupos turísticos o touroperadores. Somos una empresa de transporte discrecional por carretera pura y dura con unos objetivos muy determinados en una coyuntura adversa para el sector y que necesitaba de una estrategia determinada, como era la fusión de estas tres empresas para defender mejor sus intereses económicos y actividad comercial».

Su flota se compone de 300 autobuses y 50 coches de clase C, habiéndose retirado del mercado unos 75 autocares obsoletos. Su plantilla se compone de 400 chóferes y 50 personas más en el departamento administrativo, comercial y gestión. De momento contará con bases en Palma, Porto Cristo, Alcúdia y el aeropuerto de Palma.