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Los payeses de la zona del Migjorn de Mallorca expusieron ayer al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, su preocupación por la reducción de ayudas comunitarias que prevé la reforma de la Política Agraria Común. Arias Cañete se desplazó a Llucmajor para explicar a los agricultores las negociaciones que lleva a cabo el Gobierno español para evitar que se apliquen los planes del comisario Fischler en materia agraria.

La reforma afecta especialmente al sector de los cereales, frutos secos, arroz y leche. El nuevo modelo comunitario, explicó el ministro, «desacopla las ayudas de la producción, es decir, intenta no pagar al agricultor en función de la producción de cada año, sino que calcula los importes de los últimos años sacando una media que será la ayuda permanente para cada agricultor. Paralelamente, pone en marcha un sistema de modulación, de reducción de las ayudas entre el 1 y el 6 por ciento entre 2007 y 2012. Esta reducción no afecta al agricultor que perciba menos de 5.000 euros».

Arias Cañete hizo especial hincapié en la reforma de los frutos secos que afectará a numerosos payeses de las Islas: «Hasta ahora el único apoyo eran los planes de mejora de las explotaciones que ponían en marcha los agricultores por un periodo de 10 años. Ya hemos conseguido dos prórrogas, pero sólo España se beneficiaba de la ayuda de los frutos secos».

La propuesta del comisario Fischler establece una ayuda de carácter permanente para siete países. A España le corresponde una superficie máxima de 565.000 hectáreas para la producción de almendra y avellana. Pero la subvención es menor. Corresponden 100 euros por hectárea pagado con derecho comunitario que el Estado miembro puede completar con 109 euros más. En total, 209 euros por hectárea frente a 241 que se perciben la actualidad.