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Entre la magia y el suspense de un antiguo convento erigido en los siglos XVII y XVIII, se alza ahora el hotel Convent de la Missió, ubicado en la calle de la Missió de Palma. Los arquitectos mallorquines Rafael Balaguer y Toni Esteva decidieron hace 15 años adquirir este misterioso escenario para construir, eso sí respetando la estructura conventual, un hotel en pleno centro histórico de la ciudad. Tras dos años de obras, este idílico paraje se inaugura esta tarde.

Un total de 14 habitaciones respaldan la ocupación de este hotel. Todas ellas, distintas entre sí, respetan la estructura de las celdas conventuales y se unen por discretos vestíbulos que recuerdan la fisonomía encadenada de un laberinto. El antiguo refectorio, convertido en una sala de exposición, y la capilla, transformada en el salón de convenciones, son algunas de las dependencias más históricas del hotel.

Los clientes podrán disfrutar también de un espacio propio de relax, compuesto por un hammam y una sauna, y por los jardines japoneses creados por Adele Juda, emplazados en el solarium. El restaurante Refectori, que permanece abierto desde el pasado sábado, cuenta con exquisita carta elaborada por el chef Jaume Oliver, gran especialista en la mezcla creativa de sabores. La clientela de este establecimiento se basa sobre todo en alemanes de alto poder adquisitivo, ya que el precio de las habitaciones oscilan entre los 160 y 300 euros.

Samantha Coquillat