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Irak está en condiciones de fabricar un misil que impacte en un blanco situado a 3.500 kilómetros de distancia, es decir, en un área que abarca todo el eje del Mediterráneo, incluido Balears. Las Islas, y ninguna otra comunidad española, por ahora, estarían al alcance de ese misil en el año 2006, según revela un informe realizado por los servicios de espionaje de la OTAN meses antes de los atentados terroristas en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. España conoció ese informe en la Cumbre de Varsovia del pasado mes de octubre.

El estudio, en cuya elaboración se emplearon 18 meses, los principales servicios de espionaje de los países miembros de la Alianza Atlántica, aseguraba que las principales capitales europeas estarán al alcance de los misiles químicos y bacteriológicos de Sadam Husein.

Madrid quedaría, en esa hipótesis, fuera del radio de acción de los misiles de largo alcance iraquíes, pero impactaría de lleno, por ejemplo, en Balears. En ese contexto, desde la zona más occidental de Irak, fronteriza con Jordania, los proyectiles podrían alcanzar todo el arco o eje del Mediterráneo, incluyendo Balears.

El estudio causó tanta preocupación en la OTAN cuando fue presentado meses antes del 11 de septiembre de 2001, que motivó que Bruselas y Washington considerasen prioritario poner en marcha un costosísimo sistema de defensa contra misiles, ya que prácticamente todas las capitales europeas a excepción de Lisboa, Londres y Madrid, estarían a tiro de los misiles de Irak.

En ese informe se aseguraba que si Sadam seguía a buen ritmo con su programa de misiles balísticos de alto alcance -superior a los 2.000 kilómetros- en cinco años podría desarrollar nuevas versiones más potentes de los actuales «Al Husein» y «Al Abbas», que tendrían un radio de acción de entre 3.000 y 5.000 kilómetros.

Sin embargo, los devastadores efectos de los atentados del 11-S dejaron aparcados en la «nevera» los informes, que volvieron a descongelarse durante las pasadas reuniones de la Alianza Atlántica en Praga y Varsovia.

Los servicios de Inteligencia de la OTAN ya eran conscientes antes del 11-S de que si Sadam no abandonaba su programa balístico y se desarmaba por completo cumpliendo las resoluciones impuestas por la ONU tras la Guerra del Golfo, ningún país por sí sólo podría poner en marcha un 'paraguas' que cubra a Europa y el eje del Mediterráneo de las ojivas bacteriológicas de Bagdad. Otras fuentes subrayaron la dificultad tecnológica actual del régimen iraquí -bajo la presión de una posible acción militar para poder dotar a estos supuestos misiles con ojivas químicas o bacteriológicos. No obstante, la amenaza está ahí, latente, y apunta directamente a Balears en un horizonte de apenas tres años más. Además, Sadam no ha explicado todavía a los inspectores de la ONU qué ha hecho con los más de 8.000 litros de esporas de ántrax que aún posee y miles de toneladas de gases neurotóxicos como el VX (cianídico), GB (sarín) ó GA (tabum), que sí podrían ser cargados con ojivas.