El delegado del Gobierno central en Balears, Miquel Ramis, se
comprometió ayer ante una representación de Unió de Pagesos a
resolver en 6 meses la situación de 20.000 inmigrantes que están
pendientes de regulación residencial y laboral en las Islas. Ramis
respondió así a los requerimientos, por parte de Unió de Pagesos,
de una mayor agilidad y eficacia en la tramitación de las
solicitudes de permisos de residencia para inmigrantes, tanto en
concesiones como en denegaciones, para afrontar mejor la
planificación de sus campañas agrícolas.
Los expedientes de inmigrantes acumulan retrasos que oscilan
entre los 18 y los 24 meses, dándose casos de inmnigrantes que
tienen solicitado el permiso de residencia desde junio de 2001 sin
haber recibido respuesta. La delegación de Unió de Pagesos que ayer
se entrevistó con Ramis, compuesta por Pere Calafat (secretario
general), Joan Mas y Bel Vicens, planteó la problemática que, para
el sector agrícola, suponen estos retrasos, que imposibilitación
una contratación ordenada, planificada y ajustada a las necesidades
de los trabajos en el campo.
Asimismo, los representantes de la patronal agrícola expusieron
al delegado del Gobierno la conveniencia de atender las solicitudes
de permiso de residencia de manera sectorial, precisamente para
atender mejor las necesidades particulares de cada actividad
económica. Joan Mas destacó que «con estos retrasos, llegamos al
extremo de prever contrataciones para campañas cortas, como por
ejemplo las de la vendimia y los frutos secos, de uno o dos meses
de duración, con un año de antelación. Ni nosotros sabemos qué
necesidades tendremos dentro de un año ni al inmigrante le interesa
comprometerse con tanta antelación».
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