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PAU CHIMELIS
La cruz donde la imagen del dañado Crist de la Sang estaba crucificado, portada durante más de trescientos años en procesión, no podrá ser utilizada de nuevo. Los graves destrozos provocados por un perturbado en diciembre pasado convierten en irrecuperable la cruz, por lo que se ha preferido fabricar una nueva. Los restauradores Pep Hernández y Pilar Salvar, profesionales en el trabajo de la madera y el mueble antiguo mallorquín, son los encargados de reproducir de manera exacta la antigua cruz, con la coordinación del taller de restauración del Obispado de Mallorca.

Según los restauradores, «cuando cayó la cruz, se rompió donde está la junta, justo en medio, y lo peor es que ha quedado casi inservible. Si sale a la procesión, puede provocar un debilitamiento de la estructura y existe el peligro de que se rompa otra vez, a causa del movimiento. Si se volviera a partir y cayera de nuevo el Crist, sería un desastre». «Está rota en dos trozos grandes, y si bien está prácticamente completa, falta alguna pieza del forro y pequeñas partes».

Se pretende que la nueva cruz sea una copia exacta de la antigua e incluso se aprovecharán partes de ella. Ya está terminada la estructura. La cruz sin ninguna decoración ha sido realizada por un carpintero en el taller de «Carpinteria i Decoració Oliver». Los otros elementos decorativos y el forrado los están preparando los restauradores. «En principio, se utilizarán los mismos elementos antiguos, las agarraderas y los anclajes».