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La prenda más íntima y minúscula de la moda ha revolucionado los institutos franceses, concretamente en el nordeste de Francia, el liceo de Ribeauvillé prohibió, hace unas semanas, acudir a clase llevando el tanga a la vista. Se Levantó la polémica en el Ministerio de Educación y colegios de adolescentes, incluso en algunos centros reivindican el regreso del uniforme escolar. En Mallorca, según expertos y profesionales de la corsetería, en la actualidad se venden más tangas que bragas, incluso el hombre comienza a descubrir en su moda interior la prenda que, además de provocativa, aseguran ser cómoda y práctica. En un ligero repaso por algunos institutos de Palma hemos encuestado a varias estudiantes. Más del 80 % de las chicas encuestadas, con edades comprendidas entre los 16 y 30 años, llevan tanga. Aunque la gran minoría de nuestras «protagonistas» lo lucen por encima de la encima de los pantalones o la minifaldas. Se muestran más discretas y prefieren no «llamar» la atención de sus compañeros. Adela, confiesa «yo llevo tanga por que me gustar ir con prendas ceñidas». Algunas como Luisa y Marta dicen levantar el fino elástico cuando salen de casa o los fines de semana, «a los chicos le ponen». Esther, comenta que porque una chica lleve tanga no quiere decir que vaya provocando, «es una prenda íntima más». Consultamos con los profesionales del sector y Antoni Rubí, gerente distribuidor de primeras firmas internacionales de lencería nos asegura que «en la actualidad se vende un 75% de tangas y un 25% de braguitas, como la firma Comet, dedicadas a gente joven». El fenómeno del tanga se ha consolidado con la llegada de una moda muy ajustada y con la línea de cintura baja en pantalones. Cada vez la corsetería se está entendiendo como moda pret a porter, moda exterior, que no importa que se vea de manera exterior. Rubí comenta que la corsetería cada vez es menos tabú. Por otro lado, María Roldan, jefa de la sección de lencería de El Corte Inglés, en Jaume III, dice que existe un incremento de venta del tanga desde hace dos años. «Se ha perfeccionado tanto -comenta, María- que se trabaja en todo tipo de licra», «incluso, la novedad en estos momentos es el tanga invisible, que además del color el acabado de las costuras lo hacen inapreciable con prendas ceñidas o trasparentes».

Julián Aguirre