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El actor Michael Douglas se estrenó ayer como «embajador de excepción de Balears» en la feria turística de Londres. La presencia de Douglas en la World Travel Market constituyó un éxito sin precedentes; el actor fue el centro de todas las miradas en Londres y su sola presencia en estand de Balears atrajó a muchísimos medios internacionales. Desde el punto de vista promocional, la primera de las cinco comparecencias en ferias internacionales pactadas con Douglas ha constituido un éxito muy notable. En un momento en el que la imagen turística de Balears está bastante debilitada, Douglas ha conseguido atraer la atención de los medios informativos internacionales y ha permitido que Balears sea la envidia, al menos por un día, de sus competidores turísticos. Esta es la parte más positiva del acuerdo con el actor norteamericano, que cobrará 4'4 millones de euros por acudir a trece actos promocionales, además de ceder al Govern la propiedad de Costa Nord y los derechos de imagen de la película sobre el «Nixe» que se exhibe en el centro cultural de Valldemossa. Este convenio, que ha sido objeto de muchas críticas desde hace semanas, podrá evaluarse en su justa medida al finalizar la temporada turística. Harán falta muchos meses para conocer el resultado del «efecto Douglas». Porque está claro que el gran objetivo del Govern ha sido fichar la imagen de Douglas y no quedarse con Costa Nord, pero tampoco habría que olvidar que el actor quería desprenderse de su centro cultural y que, por 4'4 millones, ha tenido que aceptar ser la imagen turística de Balears durante cuatro años. Sea como sea, los hoteleros han aplaudido esta iniciativa del Govern en un momento en el que hace falta mucha promoción. Y Douglas, pese a quien pese, es un gran gancho promocional.