l Ejecutivo de Balears no convertirá el posible nombramiento de
Aina Moll como directora del Institut Ramon Llull en un elemento de
fricción con el recién estrenado Govern de la Generalitat, pese a
la «sorpresa» que ha supuesto su anuncio, hecho público el sábado
por el propio Pasqual Maragall.
Esta actuación rompe con una regla de consenso que se ha seguido
hasta ahora entre ambas instituciones, de las que depende el Ramon
Llull, para efectuar los distintos nombramientos. El Ejecutivo que
preside Matas -que en el futuro podría reunirse con Maragall- no
tiene intención de hacer del asunto un «casus belli», por respeto a
Aina Moll, pero confía en que tras los primeros contactos habidos,
en los que se sugirió la posibilidad de que Aina Moll ocupase ese
cargo, se siga hablando hasta llegar a un acuerdo en uno u otro
sentido.
Aina Moll ocupó entre 1980 y 1988 la Dirección General de
Política Lingüística de la Generalitat. Desde la Conselleria
d'Educació de Balears se insistió en que las decisiones sobre el
Institut exceden el ámbito competencial de su departamento y que es
un asunto que se lleva desde Presidència.
Fue Maragall quien anticipó el sábado, desde Barcelona, el
nombramiento de Moll. Y lo hizo coincidiendo con las críticas de la
Generalitat a la nueva política lingüística del Govern.
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