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El Partit dels Socialistes de les Illes Balears (PSIB-PSOE) lanzará a la calle a partir de hoy a 250 «agentes electorales» que buscarán puerta a puerta votos para Zapatero y Antich. El propio ex president, cabeza de lista al Congreso, participará ocasionalmente en esta campaña y, según sus palabras, «saldrá a dar la cara» por su partido y por Balears. En este sentido, Francesc Antich, aseguró estar dispuesto a participar en un «cara a cara» con la primera candidata de los populares, Maria Salom, «y con quien sea».

Antich explicó ayer el objetivo de la campaña puerta a puerta: los «agentes electorales» del PSOE (militantes y simpatizantes) explicarán «casa por casa» el programa y resolverán las dudas que se puedan plantear. Pretenden llegar a «cien mil familias» de las Islas. Durante su «batida» por las calles de Balears los agentes electorales expondrán que hay «dos modelos»: el «continuista, rancio y centralista de Mariano Rajoy» y «el de la modernidad y el cambio, que quiere contar con todos».

Según Antich, que ayer informó de algunos aspectos de su campaña electoral, el PP intenta evitar de los problemas que realmente preocupan al electorado, como serían la vivienda, el bienestar social, la sanidad o la educación y introduce temas que «sólo buscan la crispación».

«Estamos hartos de mentiras», dijo Antich que añadió que «por volver, vuelve hasta la persecución en carnaval», en alusión a las críticas por organizar en los colegios comparsas de disfraces contra los proyectos territoriales del PP y UM.

Antich también aludió las declaraciones del presidente extremeño Rodríguez Ibarra, mostrándose favorable al modelo de televisión autonómica que quiere poner en marcha el Govern de Matas. El dirigente socialista balear fue rotundo al referirse a esta cuestión. Indicó que el modelo audiovisual del Govern va «en sentido totalmente contrario» a las propuestas contenidas en el programa de Zapatero. A última hora de la tarde, el presidente extremeño se puso en contacto telefónico con Antich para clarificar sus palabras y aclarar que no iban en contra de la estrategia que sigue el PSIB, sino que eran un envite al Gobierno central.