Carrillo sorprendió al mundo hotelero y turístico de las Islas
con el anuncio oficial la pasada semana de la compra del 80 por
ciento del capital a través de Optursa.
Así, Optursa y la sociedad Herpil, propiedad esta última de
Herminio Gil, anunciaron el pasado 14 de diciembre la adquisición a
los antiguos accionistas del 100% de la compañía aérea por 12
millones de euros. La operación dejó el 80% del capital y la
presidencia de la aerolínea en manos de Optursa y el 20% restante y
la vicepresidencia a Herpil, que aumentaba de esta forma su
participación hasta entonces limitada al 12,5%. La aerolínea, que
prevé incrementar su capital social hasta 24 millones de euros en
2005, estará presidida por Carrillo y su director general es Tomás
Cano, que asume la responsabilidad de la aerolínea.
La salida de Herminio Gil rubrica la desvinculación de la
aerolínea de todos los socios fundadores. Creada a finales de 2003,
Air Madrid contó en un principio como accionistas a la cadena
hotelera Hotusa (20%), el grupo Celuisma (20%), Herpil (12,5%),
Eroski (10%), Q Viajes (10%), Hoteles Catalonia (10%), FG Hoteles
(7,5%), Promociones El Encinar (7,5%) y Edefa (propiedad de Javier
Taibo, primer director general de la aerolínea, con un 2,5%).
La delicada trayectoria financiera y empresarial de Air Madrid
ha afectado al organigrama ejecutivo, de ahí los vaivenes que ha
habido durante todo este verano a nivel directivo.
Asimismo, las pérdidas económicas durante los primeros meses,
que cifra Europa Press en cinco millones de euros, provocó la
salida de la gestión del vicepresidente ejecutivo, Herminio Gil,
cuya vuelta un mes después coincidió con la dimisión del presidente
de la aerolínea, Amancio López (presidente de Hotusa).
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