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El director de la Fundación para el Desarrollo Sostenible de Balears (FDSB), Pau Collado, manifestaba ayer en el stand de Balears en la feria de Fitur, que «en ningún momento está pensado que el hotelero obtenga beneficio con la compraventa de la tarjetas verdes. El precio de venta al público será de 10 euros, aunque el hotelero as podrá adquirir a 8 euros y tener un margen de dos euros para comercializarla. Aunque este tema será opcional». Collado afirma que la «tarjeta verde» tiene unos gastos de comercialización que se tienen que asumir por las empresas y organismos que las adquieran, «es por ello que no hay contemplar la tarjeta verde como un instrumento que genera beneficio a nadie, porque esa no es la filosofía de su puesta en funcionamiento. Se trata de un instrumento que se comercializa con mentalidad empresarial y sin ánimo de negocio para ninguna parte, porque ante todo el objetivo final de la tarjeta es la preservación del medio ambiente y dar una marca e imagen de destino verde en todos los mercados emisores turísticos».

Desde la Federación Hotelera explicaban ayer en Madrid que «no hay que crear una polémica con los dos euros, porque se trata de una actuación voluntaria que tiene como objetivo el lograr la máxima comercialización. El hotelero no hará negocio con la venta de la tarjeta». El presidente de la Asociación Hotelera de Alcúdia, Miquel Ramis, mostraba su contrariedad por el daño que esta polémica iba a generar al sector hotelero. «Voy a proponer en la Federación que con los dos euros sobrantes se adquieran más tarjetas y que se pueda potenciar aún más su comercialización, como regalarlas a los turistas que consideremos oportuno para fidelizarlos».