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Miles de fieles de todas las edades devotos de Santa Rita, abogada de las causas imposibles, acudieron ayer a la iglesia del Socors con motivo de su festividad para pedirle gracias o agradecerle favores concedidos por su intercesión.

Que coincidiera en domingo no mermó la devoción. Masiva fue la participación de fieles en las cinco misas que se celebraron durante la mañana y multitudinaria la que pasó a venerar la imagen de la santa, formándose en algunos instantes largas colas. Santa Rita lució un bello entorno floral, pues fueron numerosos los centros de flores que se le ofrecieron. Por tercer año consecutivo no se vendieron velas para encender en la capilla por haberse restaurado la cúpula barroca.

El rector del socors, Baltasar Ramis señaló que «la gente responde a la fe sea día laborable o festivo. También ante ambientes antireligiosos y como respuesta, lo demuestra en una devoción como ésta».

La fiesta de Santa Rita contó con la colaboración de la cofradía Cruz de Calatrava que controlaron las puertas principal y del colegio, y las damas de Santa Rita que tuvieron una fuerte venta de recuerdos tales como estampas, libros, medallas y llaveros. Por la tarde, con el templo a rebosar de fieles hubo la misa solemne que presidió el vicario general, Andreu Genovart, que contó con la asistencia de la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer.