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Un año más, miles de personas se acercaron hasta Ca'n Picafort para contemplar los fuegos artificiales que ponen punto y final a las fiestas patronales de la Mare de Déu.

Los fuegos empezaron con una puntualidad extrema, a las doce de la noche se apagaron las luces del paseo marítimo y durante unos cuarenta minutos la multitud de gente que llenaba la playa y el paseo marítimo contempló unos impresionantes fuegos que iban acompañados de música.

Corazones, cascadas y tirabuzones hicieron las delicias de todos los asistentes, pero sin duda los fuegos que salían de dentro del agua, en la playa, fueron los que más llamaron la atención. Aunque no podemos olvidar las típicas palmeras que este año llenaron el cielo de Ca'n Picafort y dejaron con la boca abierta a los asistentes. Faltaban unos quince minutos para la una de la madrugada y se soltó el último cohete, que despidió las fiestas hasta el próximo año.

En ese momento el problema fue para muchos conductores, que tardaron casi media hora en poder salir de Ca'n Picafort.