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El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, se mostró ayer dispuesto a tener en cuenta la situación de comunidades como Balears y Canarias, que combinan incrementos importantes de población y la situación de insularidad, a la hora de mejorar su financiación sanitaria.

Un grupo de expertos ha analizado, por encargo del Ejecutivo central, el gasto sanitario público en el periodo 1999-2003. El estudio, coordinado por el Ministerio de Economía y Hacienda, ha sido elaborado por miembros del Ministerio de Sanidad, de los Gobiernos autónomos y de la Intervención General de la Administración del Estado.

Sevilla declaró que el Gobierno «no va a escatimar esfuerzos» para conseguir un acuerdo con las comunidades sobre mejora de la financiación de la sanidad y señaló que el Ejecutivo trabaja con la hipótesis de que éste se cierre el sábado en la Conferencia de Presidentes.

Según este estudio, que reproducía ayer el periódico «El País» el gasto sanitario público aumentó un 8,6 por ciento anual en el período analizado y alcanzó los 42.591 millones en 2003. El gasto creció por encima de la media en las comunidades de Balears y Murcia.

Por otra parte las comunidades con la mayor deuda a finales de 2003 eran, por orden descendente, Canarias (7,4 por ciento), Comunidad Valenciana (7,3 por ciento), Balears y Catalunya (6,5 por ciento), y Castilla y León (6,3 por ciento). La media era del 4,3 por ciento.

El aumento de población es casi generalizado. Tras Melilla, Balears registra la tasa más elevada, seguida por Canarias. En cuanto al gasto por persona la media en 2003 era de 953 euros. Balears está por debajo de la media del Estado.