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Los padres que aún no han matriculado a sus hijos en ningún colegio de cara al curso entrante están estos días en pleno ajetreo a la busca y captura de una plaza en algún centro docente al que poder llevar a sus niños. Algunos, con más suerte, esperan poder hacerlo en el colegio elegido. Otros, simplemente esperan poder hacerlo, da igual donde.

Por esta razón, la Oficina de Escolarización en la calle Ruiz de Alda, de Palma, está siendo estos días un verdadero herbidero de padres con carpetas llenas de papeles buscando su objetivo: una plaza. Por eso, cientos de padres entran y salen de la oficina cada día. A algunos les cambia la cara al salir. Han conseguido plaza. Otros siguen esperando una respuesta.

Es el caso de una madre y su hijo de 15 años, los dos naturales de Bulgaria. El joven llegó hace unos meses a la Isla después de haber cursado lo equivalente a 3º de ESO en el país del este. «Tengo que traer su pasaporte y volver el día 28 de septiembre. Me dirán si tengo plaza en un colegio de la calle Aragón que es donde quiero que vaya», chapurreó esta búlgara.

No tan parecido es el caso de la nigeriana Joyce Samson, que apenas habla español, pero que en un perfecto inglés consiguió entenderse en esta oficina. «En el colegio al que quiero llevar a mi hija de cuatro años ya no hay plaza, pero tengo que volver para que me digan otro sitio donde matricularla, espero que esté cerca de mi casa». Samson lleva en España cinco años, su hija ya nació aquí y este año debe comenzar primaria.

Ferdi Mimoune no sabe todavía si su hija podrá o no ir al colegio que él desea que vaya. También deberá esperar al día 28 de septiembre. «Estoy un poco preocupado porque me han dicho que si no hay plaza en San Rafael tendré que matricularla en otro sitio», señaló este marroquí, que vive en España desde hace ya nueve años.