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Casi un millar de jóvenes de Balears, concretamente 939, comenzaron a enfrentarse ayer a la temida selectividad, en un duelo que durará hasta mañana. Algunos por primera vez, después de haber aprobado las asignaturas que les impidieron desafiar a éstos mismos exámenes en junio. Otros, tras un primer intento fallido hace tres meses, buscan el deseado aprobado. Sin embargo, septiembre no es junio. Menos alumnos (aunque en 2005 se han matriculado 15 jóvenes más que en 2004), menos tensión y por consecuente, menos nervios. A primera hora de ayer, justo antes de la primera prueba, en la UIB se respiraba un ambiente más relajado que a comienzos de verano.

Es el caso de Marina Plaza, alumna del Institut Josep Maria Llompart. «Vengo a lo que salga, estoy 'superpasota'. En junio tuve una media de 3,8. He estudiado tanto en 2º de bachiller que me da un poco igual todo», apuntó esta joven. Sobre su futuro añadió que «si apruebo me meteré en alguna carrera, sino haré un módulo de FP». El caso de su amiga, Marga Palou, es distinto. «En junio no pude venir porque me quedaron cinco y, como en septiembre las he aprobado todas, vengo muy animada. Sin embargo, esto no es como el instituto, aquí no estás con tus profesores y extrañas un poco», apuntó Palou nada más realizar el examen de Lengua Castellana.

La Generación del 98 o la narrativa de los 50, algunas de las preguntas de esta prueba, no amedrentaron a otros alumnos. Algo así le sucedió a Ismael Capilla, de San José Obrero. «El examen ha sido muy fácil, tenía muchas ganas de hacerlo y espero aprobar tanto éste como el resto porque necesito un 5,7 para entrar en magisterio», dijo este joven nada más concluirlo, aunque le quedaba un duro día por delante, con Lengua Catalana y Filosofía. Este alumno, que confesó tenerle «miedo al inglés», no pudo presentarse en junio al quedarle dos, Lengua inglesa y catalana. Aún así el verano no ha sido difícil. «Estudié a fondo estas dos asignaturas para aprobarlas, y cuando supe que había superado ambas pruebas en septiembre, me puse en serio con la selectividad», concluyó. Sergio, del mismo centro, tenía las ideas más claras. «Estoy preparado porque en mi centro los exámenes son muy difíciles. Las cuatro que suspendí en junio, las llevo bien, el resto, un poco flojas», concluyó este joven, que, para conocer los resultados, deberá esperar al 23 de septiembre.