La planta incineradora ubicada en Son Reus, en la que hay construidos dos hornos, tendrá capacidad para quemar casi el doble de las 300.000 toneladas que incinera en la actualidad.

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La comisión informativa del Consell de Mallorca aprobará en su reunión de hoy la modificación del plan director de residuos, que implica la ampliación de la planta incineradora con uno o dos hornos con capacidad para quemar otras 300.000 toneladas de residuos. El plan será ratificado por el pleno de la institución el próximo 3 de octubre.

La aprobación se hará por el procedimiento de urgencia y por sorpresa, hasta el punto de que PSM y EU-EV recibieron ayer la documentación de lo que hoy será aprobado con los votos de PP y UM. Por lo que respecta a la postura del PSOE, el secretario general de los socialistas de las Islas, Francesc Antich, reunirá esta misma mañana a dirigentes de su partido para decidir el sentido de la votación. La reunión está convocada para una hora antes de que comience la comisión informativa.

El plan que hoy debatirán los consellers del Consell prevé una inversión global de 325 millones de euros, una cifra muy superior a los 278 millones de euros de presupuesto de la institución insular para el año 2006. La inversión más importante es la que afecta a la ampliación de la actual planta de Son Reus. De los 325 millones de inversión previstos en el plan, tan sólo la ampliación de la planta costará 276,6 millones de euros.

Las modificaciones en el sistema de recogida de residuos, que se centrará mucho más en el puerta a puerta, especialmente por lo que respecta a los grandes productores, ha obligado además a hacer una serie de modificaciones para poder adaptar las cinco estaciones de transferencia ya construidas. Las obras de adaptación de todas las estaciones tienen un coste global de 7,9 millones de euros.

También deben hacer ciertas obras de mejora y adaptación en las plantas ya existentes. En la de selección de envases se invertirán 995.998 euros; el coste de las mejoras en la planta de metanización será de 9,3 millones de euros, y las mejoras en las dos plantas de compostaje costarán algo más de 640.000 euros. El coste de la planta de escorias será de 4,5 millones y la construcción de un vertedero de seguridad precisará de una inversión total de 829.700 euros.

A estas inversiones se suma 1,2 millones de euros para la creación de un sistema de ensacado de compost, otros 7,7 millones para la construcción de vertedero 'de cola'. La mejora de diversas infraestructuras tendrá un coste de 5,2 millones de euros y la adquisición de los terrenos, 751.265 euros. El plan establece que, a la hora de ejecutar las inversiones, no será preciso realizar modificaciones urbanísticas ya que todas las plantas se construyen en reservas de terrenos ya existentes. En cualquier caso, sí deberá aprobarse una moratoria de licencias urbanísticas hasta que las obras no estén proyectadas de forma definitiva.

El plan señala que el vertedero 'de cola' ocupará 82.000 metros cuadrados de terrenos y permitirá la clausura del actual vertedero de Emaya, lo que a su vez implica dejar de utilizar 301.480 metros cuadrados.

El plan hace una reserva de terrenos de 53.000 metros cuadrados para la ampliación de la planta incineradora, aunque prevé una ocupación total de 25.000 metros cuadrados. También incorpora una serie de servicios complementarios, que ocuparán otros 55.000 metros cuadrados en una finca denominada Can Punyit.