El luthier Jean-Pierre Faivre

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Buen ojo, habilidad manual, muchos años de experiencia, tener cultura y un gran amor por la música». Éstas son, según el luthier Jean-Pierre Faivre, las condiciones fundamentales para ser un buen maestro luthier. Su especialidad es la fabricación, reparación, restauración y mantenimiento artesanal de todo tipo de instrumentos de arco modernos y antiguos, sobre todo violines, violas, violonchelos y contrabajos.

Ahora, después de años «escondido en la zona de la plaza de toros» -bromea-, ha abierto un nuevo taller en la calle Joan Palou i Coll, junto a la rotonda del Conservatorio. Jean-Pierre, discípulo de prestigiosos luthiers franceses, tiene una experiencia de más de veinte años en la profesión y actualmente se considera el único especialista de este arte en Mallorca. Además, ofrece un servicio de tasación para todas aquellas personas que tienen un violín, o cualquier otro instrumento de arco, y desee saber el origen y el valor del mismo.

Trabaja de manera totalmente artesanal y el proceso de reparación varía según el modelo del instrumento en cuestión. «No es lo mismo arreglar un violín de fábrica que uno del siglo XVIII; y el precio del trabajo también varía según el modelo», señala Jean-Pierre, que aclara que existe un catálogo de posibles reparaciones con los precios determinados por el grupo de luthiers de Europa para impedir la especulación. En su taller hay violines del siglo XVIII hasta principios del siglo XX. Actualmente, su principal tarea es recuperar un violín barroco que fue modernizado en una reforma anterior. Entre los violines más valiosos que ha tenido que restaurar se encuentra un Amanti.

Samantha Coquillat