TW
0

Varios comerciantes de la Plaça Major están descontentos con la disposición de los tenderetes de Navidad, porque «estan dispuestos de tal forma que aislan los laterales de la plaza, donde están ubicadas las 'boutiques', dejándonos sin gente». No es el primer año que se dan las quejas. Según Mario Àlvarez, encargado de Huomo, «los tenderetes están dispuestos de espaldas a las tiendas de la plaza, por lo que queda un espacio desolado por el que apenas pasa gente. Además, en la 'entrada' de este espacio está ubicada una churrería que impide aún más el paso. Los resultados son evidentes: las personas no circulan por aquí, y las 'boutiques' quedan desoladas, perdiendo clientes potenciales. ¿Cómo se podría resolver el problema?. Es fácil. Poner una hilera de puestos de venta de cara a las boutiques, locales y bares de la Plaça Major. Quedaría entonces un pasillo, con comercios por los dos lados, en los que pasaría la gente y habría más ambientación».

Sebastià Ripoll, dueño de la tienda Most & Most, cree que «nos han metido el muro de Berlín aquí delante, o peor aún, el muro de la vergüenza. Los comerciantes de los tenderetes parece que tienen patente de corso para hacer lo que quieran aquí. ¿Y que pasa con los comerciantes de la plaza, los que durante todo el año pagamos religiosamente nuestros impuestos?. Resulta que vienen los tenderetes y el Ajuntament ni siquiera nos consulta nada. Un respeto para la gente que lleva años aquí, en una plaza -por otra parte- que debería estar más cuidada. Y además, tenemos otro problema: las cajas de cartón. Nosotros, que estamos sujetos a penalizaciones si dejamos una cajita fuera, y que debemos limpiar la zona, vemos como se dejan a diario, en la parte trasera de los puestos ambulantes, cartones y otros restos».

Helio Romera, propietario de Zachari, tampoco está satisfecho con la disposición de los tenderetes, donde se venden figuras de belén, dulces y otros objetos navideños. Romera cree que «el Ajuntament debería llamarnos para hacer una reunión e intentar solucionar el problema. No puede ser que se dejen cajas frente a nuestras tiendas. Perdemos clientela, y aunque no podemos afirmar que haya un descenso de ventas, la forma en que están dispuestos los tenderetes nos perjudica. Es precisa una nueva disposición». Ultima Hora consultó a varios propietarios y comerciantes de tenderetes, que no quisieron facilitar su nombre. Éstos afirmaron, en líneas generales, que «ningún comerciante quiere tener un puesto lateral. Básicamente, porque no va gente a los laterales. Hay comerciantes que prefieren no montar que montar en los extremos. Nosotros, los 'firers', nos pusimos de acuerdo. Convenimos en que elegiríamos sitio en función a la antiguedad y experiencia. El Ajuntament nos ha ofrecido poner una hilera de tiendas frente a las boutiques, donde irían los 'firers' recientemente incorporados. Pero el problema es no hay gente que quiera ir allí, ni siquiera los 'novatos'. Por eso no se instalan las tiendas laterales».