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Como no podía ser de otro modo, Palma, ayer, sobre todo a partir de media tarde, fue una ciudad con mucha vida, especialmente en la zona centro y más concretamente en Plaça d'Espanya, Plaça Major y en el recinto ferial del aeropuerto, escenarios de dos mercadillos artesanales en ambas plazas y de BaleArt, en Son Sant Joan, una feria que, además, se inauguró anteayer, en la que se han dado cita diversos artesanos, entre otros escultores, charcuteros, joyeros, ceramistas, alfareros, etc., sin olvidar a los fabricantes de embutidos.

A muchos de estos artesanos se les puede ver trabajando e incluso hablar con ellos, preguntándoles sobre su trabajo, pues hasta el recinto han trasladado su taller.

Que duda cabe que lo que más contribuyó a que estos escenarios fueran visitados, aparte de ser día de fiesta, fue la bonanza del tiempo. Más bien caluroso durante a mañana y media tarde, y apacible por la noche. Con la puesta del sol, las calles del centro de Palma se vieron muy ambientadas por la gente, y entre ellas bastante gente menuda, que tras el almuerzo y una prolongada sobremesa salieron a pasear, a ver la iluminación y a visitar los mercadillos, por ejemplo y en primer lugar, el de la Plaça Major, donde comprar figuritas de belenes, musgo, corcho, incluso árboles de Navidad, además de artesanía, pues el mercado en cuestión tiene elementos que tienen que ver con la Navidad y otros puestos de collares, cadenas, ropas, instrumentos musicales incas, etc.

Y, como visitarlos a los dos, que están relativamente cerca, significa darse un paseo, pocos dejaron de hacerlo. Ayer fue un día de fiesta y hoy para muchos será un día de puente, también bueno para pasear por Ciutat.