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as ferias navideñas son parte de nuestra tradición. En ellas se pueden encontrar todo tipo de artículos navideños. En un principio sólo se dedicaban a la venta de belenes y figuras realizadas en barro o en cerámica; sin embargo, en la actualidad se han ido diversificando, incluyendo otros artículos. En las ferias se puede encontrar además una amplia oferta de objetos de decoración, vestuario, lámparas y trabajos artesanos.

La Plaça Mayor, en su feria de Navidad, cuenta con más de una cuarentena de puestos de venta, tiene una extensa oferta de productos relacionados con el belén y el tradicional árbol navideño.

Belenes los hay desde diminutas figuras, a un precio bastante asequible (desde 1 euro), hasta aquellos de bastante mayor tamaño, destinados a quienes puedan darse el lujo de desembolsar una cantidad bastante superior (supera los 100 euros). En estos últimos podemos ver a María, José o los Reyes articulados, con sus movimientos generados con pilas.

El árbol también es parte de nuestra tradición y, junto con el las luces y el decorado, una amplia gama de motivos pueden satisfacer la necesidad de los más exigentes compradores.

A diferencia de Plaça Major, la Plaça d'Espanya cuenta con la feria más grande, con cerca de setenta puestos de venta, donde se puede encontrar una extensa cantidad de productos de regalo. Entre ellos se pueden encontrar artículos de vestuario, bufandas, guantes, gorras, son los que tienen mayor aceptación entre los visitantes. Marroquinería, bolsos de piel, carteras son los que le siguen. También se pueden encontrar algunos instrumentos musicales y ropa de la América precolombina, así como también objetos de artesanía típica del continente africano.

Desde hace quince años ambos mercadillos se han mantenido en estas dos plazas, sitios de gran tráfico peatonal quienes aprovechan lo neurálgico de la zona para poder, además de dar un paseo, para realizar sus compras para Navidad o Reyes.

Los clientes son muy fieles, «cada año nos vienen a visitar, porque tenemos una gran diversidad de y ofertas en los productos, además de la relación precio calidad», comenta Inés. Sin embargo, hay preocupación entre los vendedores de la Plaça d'Espanya, «porque nos hemos enterado extraoficialmente de que el Ajuntament de Palma quiere trasladarnos a partir del próximo año a las cercanías de ses Estacions», añade Inés, que se lamenta de esta situación, «porque, de ser así, nos visitaría menos público y decrecerían nuestras ventas, una fuente de ingresos para todos los que estamos en este mercadillo». Las ferias finalizarán con un cierto grado de incertidumbre por parte de los vendedores. lCristián Castro
(texto y fotos)