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Tormenta en IB3 al trascender que el Consejo de Administración del ente ha recuperado, a propuesta del PSOE, un antiguo proyecto de la anterior dirección, que nunca llegó a aplicarse, para que los informativos de la televisión pública aplique tiempos preestablecidos en las informaciones sobre partidos políticos y asociaciones de todo tipo, incluidas las empresariales, las sindicales y las vecinales y sociales.

La propuesta pretende que IB3 informe siempre como si fuera una campaña electoral, con tiempos reglados, según su representación. Eso supondría, de hecho, informar al golpe de cronómetro y sin criterios periodísticos.

Sebastià Lora y Antoni Verd (el primero, nombrado a propuesta del PSOE; el segundo del PP), confirmaron ayer a este diario que se había «recuperado» un debate que se arrastra desde hace años, cuando la cadena estaba dirigida por Umbert. El Consejo de Administración no ha variado pese al cambio de dirección.

«No inventamos nada, lo que hacemos es dar cumplimiento a un mandato del Parlament para que nos adpatemos a la ley», dijo Lora quien explicó que el documento final puede variar.

Lora recuerda que ya en 2005 se planteó este asunto y que la dirección presentó un proyecto tras reiteradas peticiones de su partido. Aquel proyecto nunca se llegó a aplicar. De acuerdo a la versión de Verd «cada cierto tiempo nos instaban a hacer algo y el Parlament nos mandató a adaptarnos a la ley».

Verd dijo que podría llegarse a un acuerdo entre los partidos (confirmó que se habla de fijar tiempos) pero que «donde no gusta es en la dirección, que considera que debe guiarse por criterios informativos».

«Algo hay que hacer -dice Lora-, si por obligación hay que adaptarse a la ley no nos queda más remedio».
Los profesionales del periodismo rechazan este criterio. Pese a que la dirección no se pronunció, este diario es consciente del malestar que crea esta propuesta que suprime cualquier tipo de criterio informativo.

El 16 de septiembre de 2005, cuando Ultima Hora informó la primera vez sobre esta propuesta, entonces de la dirección, el PSOE, crítico con IB3, la tildó de «intento de lavarse la cara ante la falta de pluralidad».