TW
0

María José Arias Navarro, la enferma de hepatitis C que el pasado día 6 de febrero inició una huelga de hambre, continúa su acción de protesta en su casa «sólo tomando líquidos y controlada por mi médico».

Esta mujer pide que el Departamento de Responsabilidad Patrimonial del Servei de Salut (IB-Salut) resuelva pronto su expediente sobre una presunta negligencia médica, «estoy dispuesta a llegar hasta la muerte», reiteró ayer.

La protesta de María José ha tenido una gran repercusión en los medios de comunicación, tanto provinciales como estatales, y de hecho ayer la Defensora dels Usuaris del Sistema Sanitari Públic, María José Rodríguez, se puso en contacto con Ultima Hora con la intención de poder contactar, posteriormente, con esta mujer para interesarse por su estado de salud e intentar contactar con ella y ofrecerle la máxima colaboración posible, siempre dentro de las posibilidades de su cargo.

Por su parte María José Arias explicó ayer que «hoy he recibido una carta del IB-Salut, fechada a 5 de febrero, el día antes de que me pusiera en huelga de hambre, en la que se me informa de que en mi denuncia falta información».

La denunciante explica que «parece ser que se ha perdido parte de la documentación que yo he ido presentando, pero yo tengo todas las copias y no tengo ningún inconveniente en volver a presentarlo todo».

En su denuncia, presentada ante el IB-Salut con fecha de 15 de octubre, María José afirma: «quiero dirigir este escrito a la autoridad sanitaria pertinente para informar de que para mi desgracia he sido contagiada de hepatitis C».

Según la denuncia, en la que se especifica que el hoy conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs, ya conocía el caso cuando estaba en la oposición, María José cuenta su caso, siempre según su ella, su hepatitis C surgió por un contagio al ser tratada por una odontóloga de la sanidad pública.

El problema de salud lo arrastra María José desde hace años y en concreto la hepatitis C le fue diagnosticada en junio de 2006.
«Lo que quiero dejar claro es que yo antes de acudir a la dentista no tenía hepatitis C y que cuento con los informes pertinentes para demostrarlo», explica la enferma y recuerda que «cobro una pensión mínima y no puedo trabajar, por lo que espero que alguien me dé una solución», matiza y añade que desde el IB-Salut «me piden que marque la cantidad con la que quiero ser indeminzada y yo les respondo a ver cuánto vale una vida humana».