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La teniente de alcaldesa de Comerç i Consum, la socialista Joana Maria Borràs, y la directora general de Comerç i Consum, Sandra Cevenini, dieron a conocer ayer los resultados provisionales de la campaña de inspección iniciada hace dos meses en comercios de la zona de Pere Garau que se dedican a la venta de textil y calzado. De forma paralela a esta campaña, el Aula de Consum impartirá cursos específicos sobre la normativa a cumplir.

Borràs indicó que en 34 de los 61 comercios visitados fueron levantadas actas informativas "en concreto, 90 actas en total" por diversos incumplimientos de la normativa municipal, sobre todo por lo que se refiere al etiquetado y a la identificación del importador y del material. Asimismo, se facilitó a los 34 comercios citados un protocolo de actuación para que intentasen subsanar en el plazo de un mes las deficiencias encontradas.

Pasado ese periodo de treinta días, Cort visitó de nuevo dichos establecimientos, y comprobó que sólo se habían subsanado un 10 por cien de las deficiencias. El siguiente paso por parte del Ajuntament, iniciado esta misma semana, ha sido empezar a inmovilizar el género que no se ajustaba a la normativa, medida que de momento se ha aplicado en dos comercios, pero que, seguramente, se aplicará a los 32 restantes en los próximos días.

Cevenini indicó, por su parte, que a todos estos comercios se les dará un nuevo plazo, aún por determinar, para que subsanen las deficiencias en el etiquetado. Si pasado ese plazo no se ha solventado el problema, el género inmovilizado será, o bien decomisado, o bien destruido, o bien reenviado a los fabricantes.

Borràs señaló que la campaña de inspección se inició en Pere Garau «porque es una zona muy sensible en estos momentos», si bien también adelantó que se llevará a cabo de manera progresiva en toda la ciudad. Las siguientes actuaciones en este sentido están previstas en la zona de las Avenidas, de la calle Manacor y de la barriada de Santa Catalina.

La regidora de Comerç i Consum indicó que no todos los comercios de Pere Garau en donde se han encontrado deficiencias eran regentados por personas de nacionalidad china, y destacó que el objetivo de iniciativas como esta de inspección y de control es recordar la «obligación de cumplir la norma».

Por último, Borràs tuvo palabras de elogio para el pequeño y mediano comercio tradicional de Palma, «que cumple con la normativa y que se ha visto muy perjudicado por los establecimientos que no la cumplen».