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Estudiar es un derecho, pero hacerlo durante cuatro meses en una universidad en el extranjero es casi un lujo. Al menos para la mayoría de los estudiantes de intercambio que han venido de países de todo el mundo a la UIB. Valeria es italiana, de Bari, y estudia Derecho. Ha venido para el segundo cuatrimestre y como tan sólo cursa dos asignaturas, además de las clases de castellano, está desarrollando una tesis de comparación entre el derecho español y el italiano respecto al mobbing en los puestos de trabajo. Tiene una opinión muy positiva sobre la UIB: «La universidad es muy moderna en cuanto a la tecnología y siempre hay gente disponible para la gente que está de Erasmus», afirma. Por las tardes se gana un dinero haciendo de niñera.

Verónica y Lore soy dos chicas mexicanas, provienen de la Universidad de Guanajuato, y cuentan que por lo que investigaron la UIB es de las universidades más reconocidas de Europa para estudiar Turismo y a que su universidad tiene un convenio con la de Balears se decidieron a 'cruzar el charco', y ya llevan más de dos meses. Son compañeras de piso y están encantadas con la Isla. «Vengo también por el cambio intercultural», asegura Verónica, aunque «la gente de aquí es más cerrada, al final nos hacemos amigos entre los que estamos de intercambio». Y así se juntan «muchas veces» para hacer fiestas en casas de unos o de otros.

Su amiga y compañera de piso Lore también disfruta de salir y «pasear por la ciudad hasta perderme». Y también encuentra que la gente mallorquina es un tanto cerrada, «cuando salimos o en la misma universidad, lo cierto es que no hablamos demasiado con los que son de aquí, es una lástima porque nos gustaría conocer más a la gente. Me parece que se sienten un poco invadidos entre tanto turista y gente de fuera y eso hace que vayan un poco más a su rollo. Igualmente lo respeto». Aun así estas dos mexicanas se confiesan amantes de las playas y de la ciudad en general. También de las fiestas.

Lucie es una francesa de 22 años que habla perfectamente el castellano; estudia traducción e interpretación en la rama de Administración y Dirección de Empresas. Lucie lleva en Mallorca desde septiembre y lo que más agradece es «el invierno suave» que ha pasado. En casa, Lyon, hay mañanas que no sabes si vas a poder salir de casa». Lo que más le ha disgustado de este año es que muchas conversaciones o clases de la UIB sean en catalán, al igual que el resto de compañeros. Como Carsten, que es alemán y dice que gracias a que él estudia Economía e Informática, «muchos conceptos y trabajos son en inglés por lo que me parece un poco más fácil».

Alex Cabot