El Govern decidió, ante los casos de malversación de fondos públicos que han salido a la luz las últimas semanas, hacer una declaración de intenciones «en favor de la transparencia y el rigor presupuestario». Así, el Ejecutivo dijo que será «inflexible y escrupuloso» para que «se aplique la ley de forma contundente en los casos en los que se demuestre una gestión delictiva».
La situación de «posible inquietud ciudadana» ante «los presuntos casos de malversación económica de miembros del anterior gobierno autonómico» originó la declaración del Govern. Según el texto, el Ejecutivo se ha encontrado con «una situación de la hacienda pública autonómica muy delicada» motivada por tres cuestiones. La primera, por «el excesivo endeudamiento que ocasionó» el anterior gobierno. La segunda, por «un sistema de financiación desfavorable que se está revisando y negociando con el Estado» y, por último, por «una pésima gestión del dinero público».
El comunicado recuerda que el actual equipo está revisando «las cuentas en los casos en los que hay indicios de falta de claridad en el gasto». «Sanear la hacienda pública es una condición imprescindible para llevar a cabo el programa del Govern», finaliza el texto.
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