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Los grandes buques de crucero españoles, el Oceanic, de Pullmantur, y el Grand Mistral, de Iberocruceros, coincidieron por vez primera en Palma, sumando más de 2.000 turistas nacionales en el puerto de Palma, un hecho insólito.

El motivo de esta doble visita se debe a que ambos navíos tuvieron que suspender la escala en Túnez, eligiendo como alternativa amarrar en Mallorca, opción no prevista en sus itinerarios desde Barcelona y Valencia.

Esta circunstancia determina que por vez primera en 43 años, uno de los grandes trasatlánticos supervivientes de los años 60 como es el Oceanic, haya atracado en Palma. Diseñado en Italia por el prestigioso ingeniero Nicolò Costanzi, representó en su momento lo más bello y avanzado en materia naval y sentó las bases estructurales de los buques de pasaje actuales. Sin embargo, unas líneas marineras de gran pureza, evidencian su época y un estilo en el que primaba la estética sobre el volumen, al contrario que en los buques actuales. El Oceanic fue ideado para cubrir la línea del Atlántico Norte para la Home Lines desde 1965, entre Cuxhaven (Alemania) y Montreal (Canada), pero la competencia de la aviación determinó su dedicación exclusiva a los cruceros de lujo desde Nueva York a las Bahamas.

De aquella época restan a bordo su larga y tradicional cubierta de paseo acristalada, el gran restaurante, la rueda del timón y los telégrafos de órdenes del puente de mando, así como su propulsión por calderas y turbinas de vapor, un sistema de gran fiabilidad pero de enorme consumo dada su potencia de 60.500 caballos de vapor para una velocidad superior a los 26 nudos.

En contraposición, buques como el Grand Mistral representan el moderno concepto de hotel flotante de vacaciones, en un diseño cúbico destinado a optimizar su capacidad. Durante los ultimos años, el mercado de cruceros español ha experimentado un crecimiento espectacular, situándose en Europa tras Gran Bretaña, Italia y Alemania.

Gabriel Alomar