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Càritas Mallorca atendió el pasado año a 5.700 personas en situación de vulnerabilidad o exclusión, lo que supone un incremento del 14% con respecto a 2006. Este aumento «no lo valoramos como algo positivo, pues supone que cada vez hay más personas vulnerables social y económicamente», reconoció Antoni Vera, director de Càritas.

Esta vulnerabilidad, según la entidad, afecta a un sector cada vez más amplio de la población, entre los que se destacó a los inmigrantes, las madres solteras, los ancianos sin familia y las víctimas de la violencia de género. Estas conclusiones se desprenden de la memoria 2007 de Càritas en Mallorca, que fue presentada ayer por el nuevo equipo directivo de la entidad.

A través de su servicio de Atención Primaria, Càritas abrió 1.290 expedientes en Palma y 696 en pueblos, mientras que el servicio de inserción y ocupación atendió a 3.387 personas. Otros 883 usuarios fueron atendidos por los servicios que gestiona Càritas (Casals de Dones, una residencia de la tercera edad y el comedor social de Inca). En cuanto a las intervenciones sobre la población inmigrante, atendió a 2.493 personas, el 43% del total.