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Trabajar a bordo del buque de investigación «MarViva Med» para la organización ecologista «Oceana» posee el valor añadido de la satisfacción personal que aporta defender un medio vital amenazado con es el marino. Así lo afirma el equipo científico, constituido por doce miembros de tres países (España, Francia y Estados Unidos), que desde Palma ha emprendido una larga campaña con el objetivo de analizar el impacto de la pesca ilegal en el Mediterráneo.

Serán seis meses de constante y meticuloso trabajo al frente del cual Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana Europa, coordina las operaciones conjuntamente con la Fundación MarViva, encaminadas a garantizar la sostenibilidad de la actividad pesquera. «Nuestra misión se centra en documentar la sobrepesca y la pesca ilegal de atún rojo en distintas áreas mediterráneas -cuya reproducción se ha reducido un 80 por ciento en diez años- , exponer la actividad ilegal de los rederos italianos en torno a Sicilia, filmar y fotografiar los fondos marinos de zonas sin protección de Balears y denunciar artes ilegales en zonas prohibidas».

A tal efecto, Pastor señala que los propios pescadores, especialmente de tipo artesanal y respetuosos con el medio marino, son los primeros interesados en que se establezca un mayor control gubernamental ante el agotamiento de los recursos. En el «MarViva Med» viajan oceanógrafos especialistas en pesquerías y hábitats marinos, junto a un equipo de buceadores profesionales con cámaras de filmación y fotografía. A bordo destaca la presencia de un robot capacitado para realizar inmersiones de hasta 500 metros de profundidad y un tubo con visor a modo de periscopio invertido. Lanchas neumáticas de alta velocidad y capacidad para trasmitir imágenes vía satélite se complementan con un sistema informatizado que permite realizar un seguimiento simultáneo de las investigaciones desde el puente de mando y el propio camarote de Xavier Pastor.

El Norte de Mallorca -a lo largo de la costa de Tramuntana-, de Menorca y de Eivissa serán algunas de las zonas marítimas sujetas a la investigación, ante el deterioro del fondo marino balear. A tal efecto, Oceana propone aumentar el área protegida del 0'5 por ciento a un 10 por ciento.

Este buque, todo un veterano de los mares con décadas de navegación en los mares de Irlanda y Escocia, «fue paradójicamente confundido, por su aspecto, con un pesquero ilegal por una patrullera de la Armada, con la consiguiente sorpresa para todos los oficiales», indica con ironía y como nota anecdótica Xavier Pastor.